sábado, 16 de mayo de 2009

"Gigante": del mejor cine uruguayo

Berlín >> MERECIDOS GALARDONES

Sólido relato de desamores y soledades

Gigante (Gigante) Uruguay 2009. Dirección y guión: Adrián Biniez. Con: Horacio Camandule, Leonor Svarcas, Ariel Caldarelli, Fabiana Charlo.

Los diversos aportes de capitales determinan que el film sea una coproducción uruguayo-argentina-germano-holando-española, pero este es cine uruguayo más allá de esa participación económica y de la dirección (brillante) del argentino Adrián Biniez, desde hace algunos años radicados en nuestro país.
A su vez la realización es netamente uruguaya por la integración de los excelentes equipo técnico y elenco y por la ambientación de su historia y la idiosincrasia de sus personajes. Pero los sentimientos de los protagonistas, aunque para ser precisos debería decirse del protagonista, constituyen una válida expresión universal.
Jara (Horacio Camandulle) es un gigantón treintañero, guardia de seguridad de un supermercado durante la noche, quien, cámaras de televisión mediante, controla la actividad de limpiadoras, panaderos y otros empleados que trabajan durante casi solitarias jornadas nocturnas. Esas mismas cámaras de televisión le llevarán a sentirse atraído por Julia (Leonor Svarcas) una de las limpiadoras.
Maravillosamente (y en contraposición a sus frustrados cortometrajes anteriores: “8 horas” y “Total disponibilidad), Biniez nos acerca con precisión y una mirada tierna y precisa a ese gigantón solitario ansioso de amor, acaso autodevaluado por su físico ligeramente grotesco.
El film se desliza por carriles diferentes, paralelos y complementarios. Los escasos diálogos raramente hacen referencia a los sentimientos de ese hombre. Son frases triviales del devenir cotidiano. Y es la imagen la que nos define elocuentemente su soledad, su búsqueda de amor, su fragilidad interna en contraposición con el vigor de su cuerpo.
Jara y Julia no intercambian palabra, apenas si en alguna escasa ocasión se hallan presentes en el mismo sitio. Es la cámara (la que filmó “Gigante” y la de los televisores ante los cuales trabaja este hombre en monótonas jornadas) la que construye un vínculo sentimental existente en el deseo del solitario gigantón antes que en la realidad. Allí reside el inmenso mérito de este film: en contar mediante imágenes, en introducirse merced a ellas en los aspectos más íntimos del gigante Jara.
La historia puede calificarse de romántica sin que ello traiga aparejada melosidad. Es a la vez un retrato centrado en hombres y mujeres empleados en tareas de servicio y una aproximación certera, lograda con escasas pinceladas, a los jefes de estos y a unos invisibles patrones con los que se crean situaciones de conflicto. Circunstancias fácilmente identificables con las ocurridas en otras latitudes, que permiten comprender la aceptación del film por un jurado tan distante de “lo nuestro” como el que actuara en Berlín donde la realización obtuviera tres importantes galardones (Oso de Plata, Mejor Opera Prima y Premio Alfred Bauer).
Biniez se apoya constantemente en Jara, su protagonista. Y a través de él descubrimos al mundo que le rodea: su familia, sus amigos y compañeros de trabajo. Núcleo de caracteres secundarios perfectamente delineados y marco definidor del relato.
Si los tres pilares fundamentales de “Gigante” son la dirección y el guión de Biniez y la actuación de Camandule, no menos importantes son el ajustado montaje de Fernando Espstein, la expresividad visual del fotógrafo Arauco Hernández y el sonido de Daniel Yafalian. La simbiosis entre las diferentes disciplinas que construyen al film engrandecen al conjunto.
Este retrato de soledad y deseo de amor, de una vida cotidiana de seres totalmente creíbles y próximos, es parangonable a lo ofrecido por Leonardo Favio en la memorable “El romance del Aniceto y la Francisca” (1967) y por el húngaro Paul Fejós en el magistral film norteamericano “Soledad” (1928) donde, como aquí, los sentimientos expresados a través de la imagen importaban más que el conflicto dramático.
Sin “chauvinismos” puede afirmarse que “Gigante” es cine uruguayo del mejor nivel internacional.
Alvaro Sanjurjo Toucon

1 comentarios:

Blogger Radar de viajes ha dicho...

excelente pelicula. desde argentina felicitaciones al director! me dieron ganas de ver mucho mas cine uruguayo!
en esa busqueda estoy, algunas para recomendar?

23 de octubre de 2009, 16:51  

Publicar un comentario

Suscribirse a Enviar comentarios [Atom]

<< Inicio